En el Centro Histórico de la ciudad de Ávila, declarado patrimonio de la humanidad, en un local comercial estrecho y marcado por elementos murarios estructurales desordenados y espacios disgregados y rotos.
Se proyecta un espacio transparente y sin discontinuidades que ofrezca una imagen de unidad y continuidad reduciendo la gama de materiales y mecanismos de intervención.